Diario de UCI. Día 11. Entre nieblas y fluidos

Buenas!!!

La verdad que esta noche estoy un poco alteŕa, pa que mentir.
Hoy me han pasado bastantes cosas y también me han pasado bastantes cosas por la cabeza.
Había pensado en ponerlas cada una en una entrada, pero de momento las voy a colocar tal y como me han ido surgiendo.

Mañana

Esta mañana ha sido un poco ajetreada, con un par de cortarrollos, situados en puntos estratégicos de la mañana (mal situados, por cierto).

Federico

En el ascensor he visto a unos de los enfermeros con los que estuve en mi periodo de prácticas en planta.
Hoy hace justo un año que empecé esta aventura y los recuerdo con cariño, aunque luego ni me atreva a saludarlos.
A simple vista Federico parece la típica persona “antisocial”. No es que sea la comidilla de todas las conversaciones y generalmente habla muy poco. Pero creo que debe ser una buena persona y esconder una pequeña chispa en su interior.

Tarde

La tarde en UCI ha sido algo aburrida. Los dos pacientes que llevo ahora están dormidos y apenas reaccionan a los estímulos. Un par de higienes de ojos, boca y tubo orotraqueal; preparación y administración de medicación y poco más... hasta que ha llegado la noticia: TAC para la cama 2.
Ya se había formado el lío.
Que si desconectamos medicación, dejamos Noradrenalina y sedación.
Desconectamos los aparatos del monitor y el respirador para conectarlos a unos equipos portátiles, la bala de oxígeno... Y tira para el Toshiba!
En la puerta se encontraban los familiares que tenían una cara de susto tremenda.
Con mis pobres piernas llenas de agujetas los he acompañado al Toshiba. Es el lugar donde fui ha hacer las prácticas de rayos en 2º (que emoción).
Han echo falta 5 personas para mover al pobre hombre, que menudo cacho de tío, es enorme.

Tristeza y Claustrofobia

La UCI es muy triste. Casi no entra el sol en todo el día, solamente cuando está atardeciendo, pero en días como hoy, ni eso.
El otro día hablando con Antonio llegamos a la conclusión de que un sitio como la UCI debería estar orientada hacia donde sale el sol, para que los pacientes que están allí puedan cada día verlo salir, y tener la esperanza de ver un nuevo día.

Es un lugar un tanto claustrofóbico. Allí nunca se abren ventanas ni corre aire fresco, aunque todo hay que decirlo que no hay buena regulación de la temperatura, últimamente hace mucho frío allí.

Además, hoy al regresar de mi descansillo para merendar me he encontrado con la tristeza, la preocupación y la infelicidad de frente: montones y montones de gente a la espera de ser llamados para ir a ver a su familiar enfermo.

Niebla

Ciertamente, esta noche lo he pasado bastante mal. En la vida he visto una niebla como la de esta noche. Hasta ha invadido el pueblo. Por la autovía de camino a casa estaba agobiadísima, si veía una de las rayas pintadas sobre el asfalto ya la siguiente no la veía; por poco me paso la salida para llegar al pueblo, a mitad de camino se me ha encendido la luz de la reserva de la gasolina... un desastre. Menos mal que no iba sola, porque entonces si que me hubiera puesto peor.

No he podido dejar el coche en casa porque una ambulancia estaba en medio de la única calle que da acceso a mi plaza, y como detrás de mí habían 3 o 4 coches, he decidido ir directamente a casa de mi novio a cenar.

Espero que mañana el tiempo acompañe mejor. Tengo unas ganas locas de que haga solecico y de irme con mi novio de picnic por ahí al campo/monte. ;-)

Cena de reventón.

Que mi novio no se ofenda, pero el buñuelo que me he comido en mi casa estaba muchísimo más bueno que los que me he comido allí. Se siente.

Aaaaarg

Después de cenar el primo pequeño ha dicho que iba a cambiarle el agua a sus peces. Y me han surgido pensamiento contradictorios: a ver, después de estar todo el día entre sustancias extrañas de gente extraña, mocos, salivas, jugos gástricos, heces, sangre y demás... ¿me dan asco unos pececillos? Pues la respuesta es que sí.

Examen de Geriatría

Acabo de ver las claves del examen de Geriatría. Los resultados son bastante buenos creo que mi nota final podría estar cercana al 8. Con respecto a las preguntas y a la dificultad no nos podemos quejar, (ciertamente sólo me había leído una vez el temario) pero si que se pasaron bastante a la hora de programar el tiempo para la realización del examen. 50 minutos para la realización de 50 preguntas tipo test de una extensión más larga de lo que estamos acostumbrados + rellenar dos plantillas con las respuestas: una para la corrección del profesorado y otra para la corrección propia una vez salieran las claves. Un tiempo demasiado escaso, además en la convocatoria se decía expresamente que serían 60 minutos.





En fín... ya queda poco para que se acabe mi tiempo en UCI, apenas 3 tardes, ya que una de ellas creo que la ocupará mi querida colonoscopia.
A este periodo la seguirá una nueva aventura en Urgencias, la innombrable, llena de sorpresas y dispuesta a enseñarnos lo que vale un peine. Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.