domingo, 2 de enero de 2011


Es sábado noche.
Un sábado normal estaría ya en la calle, en busca de mi bar y de unas cañicas con la mejor compañía.

Pero esta noche es diferente. Estoy agotada. Ya no recuerdo cuando fue la última vez que me recogí tan tarde (o tan temprano, ya que las 8 y cuarto de la mañana está a caballo entre una cosa y otra).

La nochevieja ha estado bien, no ha sido la bomba, pero si que ha estado bien. De todas formas, no tenía muchas espectativas sobre lo que íbamos a hacer, pero lo que sí se es que estaba donde quería estar con quienes quería estar y con eso me es suficiente.

Este mediodía teníamos comida con mi familia política y claro, no es que haya habido mucho tiempo para descansar. Eran algo más de las siete cuando he llegado a casa. Me he ido directamente a desmaquillarme, ponerme el pijama y recogerme el pelo, que ya apetecía. En cuanto a lo del pelo creo que me estoy acostumbrando demasiado a llevarlo recogido, pero no sé si será por la comodidad, ya que creo que nunca lo había llevado tan largo o al hecho de la higiene y todas esas cosas enfermeriles que siempre tengo presentes.

Después me ha surgido el ''problema'': ¿Qué hago? Es sábado pero parece domingo. Quiero hacer algo, pero algo a lo que no tenga que dedicar ningún esfuerzo, ya que estoy cansada.
  • Acostarme: no iba a poder dormir, a pesar de haber dormido poco, estaba un poco revuelta por dentro, en cuanto al estómago y a pensamientos.
  • Leer una revista: implica demasiada concentración para este momento
  • Ver la tele: es tontería enchufarla, no hay nada que merezca la pena
  • Escribir en este mi blog, que ya tenía mas de dos semanas abandonado: me apetecía muchísimo, pero mi hermano estaba en sesión de cine con unos amigos (resulta que ahora tenemos y cable mágico que conecta el PC a la tele y vemos pelis y series a lo grande).


Me siento en mi escritorio, miro hacia arriba, allí están... mis discos de Queen.
Queen tiene algo que no tiene ningún otro grupo para mí, y es que en cualquier situación me ayuda. Esté baja de moral o esté contenta, siempre hay una canción para cada momento.
Esta tarde he redescubierto un disco que no tengo muy escuchado. De hecho es del que menos canciones me sé de memoria. Sólo me sé las dos más famosas. Es un disco de 10 piezas. Mezcla sinfín de estilos que casan a la perfección cómo sólo ellos sabían hacer. 

''A day at the races'' (1976).

He leído con atención el libreto y he descubierto montones de secretos que no sabía. Es genial como después de leer sobre el significado y porqué de cada canción la ''ves'' de otra manera, si ya te gustaba, ahora más todavía, y si no le habías prestado atención anteriormente ahora se abre ante tí.

La verdad es que hace tiempo quería escribir algo acerca de esto. De lo que siento con este grupo y lo que significa para mí. Es un grupo que me ha acompañado toda mi vida, creo que no sería la misma sin él. ¿Devoción? ¿Frikismo? Bueno, quizá un poco de cada. Pero yo no sería yo sin Freddie, Brian, Roger y John.
 




Dioooos!!! Que pintarracas!!! Pero me encantan.



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí podéis decirme lo que queráis.
Si no tenéis cuenta de google, poned anónimo en el perfil y firmad con vuestro nombre.
Me gustaría saber quien visita mi blog y lo que piensa.
Gracias por participar ^^