jueves, 4 de noviembre de 2010
Triste puente
Tengo esto muy abandonado.
Últimamente han pasado muchas cosas, y esto parece más un blog de cocina que de Enfermería. Tengo montones de fotos de todo lo que he ido haciendo estos días pero me da cosa de irlas subiendo, por si esto se satura demasiado de comida.
Creo que lo más importante de estos últimos días es lo de mi abuelo. El viernes 15 se cayó y a consecuencia de eso tuvo un derrame cerebral. Después de 17 días de incertidumbre, el día 31 por la mañana falleció.
La situación se complicó cuando el día 24 mi abuela (su mujer) se cayó estando en casa y a consecuencia de ello, está desorientada y bastante desmemoriada.
Los pusieron a los dos en la misma habitación, pero ella todavía no sabe nada del final de su marido. Los médicos dicen que cuando vuelva a casa recuperará sus facultades.
Me duele decirlo, pero a pesar de su pérdida, creo que no ha sido muy traumática. Y me voy a explicar. Lo que quiero decir, es que ya se veía venir. Durante dos semanas nos estuvimos preparando para el final, y era verlo en la cama y pensar que de allí no iba a salir.
Hace una semana y un día que no veo a mi abuela, que todavía sigue en el hospital, y aunque me siento mala persona por no hacerlo, hay algo en mi interior que también me hace tener la conciencia tranquila respecto a ella y a mí.
Ella nunca se ha echo cargo de nosotros, ¿por qué me iba a hacer cargo yo de ella? Es un pensamiento, egoísta, lo sé, pero lo siento así. Si se ha caído, ella se lo ha buscado, no quiso quedarse en casa de ninguno de sus hijos (yo misma la invité a que viniera a mi casa y mi tía a la suya, y no le dió la gana).
Dicen que en realidad la culpa ha sido nuestra por consentir que se quedara sola, pero ella tiene capacidad de decisión, y ahora se tiene que atener a las consecuencias.
Siempre pensé cuál de mis cuatro abus faltaría primero, y siempre dejaba de pensar en esas cosas, ya que aunque sabemos que algún día pasará, preferimos no planteárnoslo, y ahora que ha sucedido, ¿qué?
Yo sabía que mi Puente de los Santos en una casa rural, con mis amigos se me iba a torcer. Sabía que a pesar de toda la ilusión que había puesto en mi disfraz, todo el tiempo que le dediqué, no iba a poder disfrazarme, que de alguna manera iba a salir mal por lo de mi abuelo, aunque estuviera estable (llevaba ya varios días con una sedación bastante fuerte y no era ''normal'' que durara tanto), pero aún así fui. Aunque sólo estuve allí un día, mereció la pena.
Desde aquí agradecer a mis amigos (que aún sin comer vinieron al tanatorio a verme) y familia por estar con nosotros en esos duros momentos.
Os quiero mucho.
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Lo siento mucho guapa!
ResponderEliminarTe quiero. Y ellos también.
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