Y ya, hablando de bancos en mi entrada anterior, he podido observar cierto fenómeno que nos rodea, y de los que en mayor o menor medida, todo el mundo a hablado.
Me refiero a las colas de viejecill@s en los bancos para reclamar su pensión.
No es que esté descubriendo algo que sea nuevo, sólo quería destacar que hoy he sido testigo de ello.
Me he dado cuenta de que aparte de lo que puede ser el centro de salud, el supermercado o la iglesia, este también es un gran lugar de encuentro.
He visto el fenómeno que podría llamarse de camaradería. Se ven, se saludan, se dan dos besos, ¡se tocan el culo!, se ceden el sitio a las que están un poco más delicadillas... (en concreto a entrado una mujer con la mano escayolada y los tobillos también vendados, decía haberse caído.)
Viejos, viejos felices.
ResponderEliminarPorque en la vejez se es viejo y no es algo despectivo.
Siempre tienes algo que enseñarme.
:D
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